Hoy en Argentina (por favor si lo celebran en otro país notifíquenmelo) es el día del Scout y de la Buena Acción
La sociedad reconoce a los scouts por su disposición a realizar la BUENA ACCION DIARIA.
No importa tanto el lugar ni el tamaño de la misma, si el espitiru con el cual se la realiza.
Les transcribo la historia de un joven y su participación en una BUENA ACCIÓN expresada en el «Manual para Scouts», publicado por la Editorial Scout Interamericana , X Edición.
«Era el final del otoño de 1909. Durante el día, la ciudad de Londres había estado sumergida como en una sopa de guisantes, con una niebla espesa que prácticamente había detenido todo el tráfico, todos los negocios de la capital británica.
Un publicita norteamericano, El Sr. Boyce, de la ciudad de Chicago, tenía dificultades para encontrar una dirección en el centro de la ciudad. Se había detenido bajo una de las lámparas de la calle para orientarse mejor, cuando de repente apareció un muchacho entre la niebla.
«¿Puedo ayudarlo Señor?»», preguntó el muchacho.
«Ya lo creo que sí», dijo el señor Boyce. «Quisiera que me indicaras como llegar a esta dirección…»
«Yo lo llevaré ahí señor», dijo el muchacho, y se encaminó en la dirección deseada por el señor Boyce.
Cuando llegaron al lugar, el señor Boyce buscó en sus bolsillos algunas monedas para dárselas de propina, pero antes de que tuviere la oportunidad de ofrecérselas al muchacho este le dijo:
«No señor, muchas gracias, soy SCOUT, y un Scout no acepta nada por ayudar a alguien».
«¿Un Scout? ¿Y qué es eso?», preguntó Boyce.
«¿No ha oído hablar de los Boy Scout de Baden-Powell?» El señor Boyce no había oído de ellos. «Cuéntame de ellos» dijo.
Así es que el muchacho le habló al norteamericano acerca de él y sus hermanos scouts.
El Sr. Boyce quedó muy interesado y después de terminar sus negocios, le pidió al muchacho que lo llevara a las oficinas de los Boy Scouts británicos.
Ahí desapareció el muchacho.
En la oficina, el Sr. Boyce conoció a Baden-Powell, el famoso general inglés que había fundado el Movimiento Scout hacía dos años.
Boyce quedó tan impresionado con lo que Baden Powell le dijo acerca del Movimiento Scout que decidió llevarlo a su país cuando regresó de Inglaterra.
¿Qué pasó con el muchacho que ayudó a Boyce?
Nadie lo sabe. Nadie volvió a oír de él. Sin embargo nunca se le olvidó. Los scouts de EE.UU. regalaron al Centro Internacional de Adiestramiento, el Parque de Gilwell, en Inglaterra, una hermosa estatua de un búfalo americano con una simple inscripción que dice:
«Al scout desconocido quien en su lealtad al diario cumplimiento de la Buena Acción , hizo posible traer el Movimiento Scout a los Estados Unidos de América»
Una Buena Acción a un hombre se transformó en una Buena Acción a millones de muchachos.
Tal es la fuerza de la Buena Acción.
Mucho tenemos que trabajar, si queremos dejar el mundo un poco mejor que como lo encontramos, estamos todos invitados a poner manos a la obra, sin importar el lugar donde nos encontremos siempre habrá una ocasión para realizar la BUENA ACCIÓN DIARIA , ¿y vos, ya realizaste la tuya?
fuente:Manual para Scouts», publicado por la Editorial Scout Interamericana , X Edición
Marcos Hector Crisistelli