No escapaban de estos horribles cálculos los jóvenes Scouts, muchachos voluntarios que prestaron su servicio a la Corona Inglesa y a la República Francesa y que dieron la vida en aquel conflicto.
El inicio de la Gran Guerra pareció que iba a acabar con el movimiento scout pero la formación dada a los muchachos a través del sistema de patrullas permitió a 150.000 scouts participar activamente en el conflicto, incluso cuando las estructuras superiores habían desaparecido: ayudando a los heridos, sirviendo de enlaces, luchando en la resistencia o trabajando como guardacostas los scouts marinos.
Entre otros podemos citar:
– Al teniente de navío Nicolas Benoit, quien fundara los Eclaireurs de France, la primera y más antigua asociación scout del país galo, caería herido de muerte, el 17 de diciembre de 1914, en la localidad belga de Nieuport-Steenstrate durante una carga con bayonetas.
– A Roland Erasmus Philipps, creador del Sistema de Patrullas (forma de agrupar la milicia pequeñas unidades), quien murió con 26 años de edad el 7 de julio de 1916, luchando como soldado en el ejército británico en las riberas del río Somme, en Francia. Su cuerpo descansa junto a los de su batallón en el Cementario de la Comuna de Aveluy, Francia.
– Al primer presidente de la Deutsche Pfadfinderbund y fundador del escultismo aleman, el comandante del 259 regimiento de infantería Maximilien Bayer, muerto en combate el 25 de octubre de 1917 en la población francesa de Nimeny.
Pese a estas terribles cuentas, el Movimiento Scout Mundial siguió en pie estoicamente, llegando hasta nuestros días, algo cambiados en funciones, pero con los mismos ideales creados por Baden Powell, su fundador; a quien le debemos la felicidad de muchos jóvenes, entre ellos yo mismo, que hoy en día son Scouts y disfrutan de este mundo hermoso que el señor nos quiso dar a todas las personas.
Fuente: http://www.elgrancapitan.org
Wiki de la Roca del Consejo